Agua que Corre - Río Atoyac,.
Soy la voz del río, la vieja voz del bien amado río.
La voz que añora, la que espera
la voz del que recuerda, la memoria del río,
la que sabe cómo fue su canto,
la que aún sueña, la que lo nombra,
la que en su nombre quiere hablar.
Agua que corre: ¡ATOYAC!
Así llamaban a mi cause los antepasados
Agua que nace de los montes
Fui claro tantos años que era impensable imaginar el infortunio.
Se acercaban los niños hasta hundirse en mi luz,
con los pies desnudos anduvieron sobre las piedras acariciándolas durante siglos como yo.
Y todo era posible en ese juego de pies y piedras enlazados en mí,
confiados en mi estirpe de cristal al ruido de mi agua humedeciendo los oídos del mundo
¡ATOYAC! se dijo siempre con dulzura
porque mi nombre sonaba altivo y entrañable como la luz que lo rodea.
Era yo el río ATOYAC, no el río sin nombre
en este movimiento que ahora invoco
no era la necia mugre que hoy me aquieta ,
era la vida misma, el suave andar de una fuerza que no se daba tregua
que no interrumpía a nadie, que a nadie dañó nunca.
La corriente que hoy soy provoca miedo,
lastimado como ando parezco sólo mi alma y pena,
se habla de mi como si trajera la muerte,
como si nadie me lo hubiera puesto dentro,
como si culpa de mi voluntad fuera este caos
y no culpa del caos mi quebrantada voluntad.
A mí que fui el orgullo de esta tierra, el más noble horizonte,
la palabra precisa, la imprescindible ayuda, la mejor compañía.
Hay ahora quien me teme
porque hubo quienes lastimaron mi andar tranquilo,
quien me desprecia porque no supo nunca lo que fui.
Quien creció sin ver, sin imaginar que alguna vez estuve iluminado,
que el sol se veía en mí, andaba en mí, anduvo conmigo.
Como andan los amigos, cuando se cortejan,
como comparten un imperio quienes lo crean,
sol y río fuimos uno como ahora somos uno en este caos.
Luz y cause hacíamos una dicha,
hoy cause y luz somos pura añoranza.
Soy un río triste.
Agua que corre quiero ser otra vez, ¡ATOYAC!,
agua que no tropieza con escombros,
agua que no pinta la oscuridad,
agua que no huele a borrasca,
agua que sueña o que acompaña el sueño de otros.
¡Quiero ser ATOYAC!
Agua que corre sin ser avasallada.
Fui río de luz, río de ustedes
no me dejen morir, oigan mi voz revivan y revívanme,
pongan su añoranza en mi futuro
y volvamos a jugar entre las piedras bajo el brillo de lo que puedo ser…
¡ATOYAC!
La voz que añora, la que espera
la voz del que recuerda, la memoria del río,
la que sabe cómo fue su canto,
la que aún sueña, la que lo nombra,
la que en su nombre quiere hablar.
Agua que corre: ¡ATOYAC!
Así llamaban a mi cause los antepasados
Agua que nace de los montes
Fui claro tantos años que era impensable imaginar el infortunio.
Se acercaban los niños hasta hundirse en mi luz,
con los pies desnudos anduvieron sobre las piedras acariciándolas durante siglos como yo.
Y todo era posible en ese juego de pies y piedras enlazados en mí,
confiados en mi estirpe de cristal al ruido de mi agua humedeciendo los oídos del mundo
¡ATOYAC! se dijo siempre con dulzura
porque mi nombre sonaba altivo y entrañable como la luz que lo rodea.
Era yo el río ATOYAC, no el río sin nombre
en este movimiento que ahora invoco
no era la necia mugre que hoy me aquieta ,
era la vida misma, el suave andar de una fuerza que no se daba tregua
que no interrumpía a nadie, que a nadie dañó nunca.
La corriente que hoy soy provoca miedo,
lastimado como ando parezco sólo mi alma y pena,
se habla de mi como si trajera la muerte,
como si nadie me lo hubiera puesto dentro,
como si culpa de mi voluntad fuera este caos
y no culpa del caos mi quebrantada voluntad.
A mí que fui el orgullo de esta tierra, el más noble horizonte,
la palabra precisa, la imprescindible ayuda, la mejor compañía.
Hay ahora quien me teme
porque hubo quienes lastimaron mi andar tranquilo,
quien me desprecia porque no supo nunca lo que fui.
Quien creció sin ver, sin imaginar que alguna vez estuve iluminado,
que el sol se veía en mí, andaba en mí, anduvo conmigo.
Como andan los amigos, cuando se cortejan,
como comparten un imperio quienes lo crean,
sol y río fuimos uno como ahora somos uno en este caos.
Luz y cause hacíamos una dicha,
hoy cause y luz somos pura añoranza.
Soy un río triste.
Agua que corre quiero ser otra vez, ¡ATOYAC!,
agua que no tropieza con escombros,
agua que no pinta la oscuridad,
agua que no huele a borrasca,
agua que sueña o que acompaña el sueño de otros.
¡Quiero ser ATOYAC!
Agua que corre sin ser avasallada.
Fui río de luz, río de ustedes
no me dejen morir, oigan mi voz revivan y revívanme,
pongan su añoranza en mi futuro
y volvamos a jugar entre las piedras bajo el brillo de lo que puedo ser…
¡ATOYAC!
Ángeles Mastretta
Nos recuerda que este gran río está lleno de memorias, de todas la vivencias que la gente ha compartido
Nos recuerda que este gran río está lleno de memorias, de todas la vivencias que la gente ha compartido
con él a lo
largo de los años.
Ángeles Mastretta es una escritora
y periodista mexicana, conocida por crear personajes femeninos sugerentes y
ficciones que reflejan las realidades sociales y políticas de México.
El Río Atoyac es uno de los afluentes más importantes de la cuenca del Balsas, este río ha sido testigo por muchos años del crecimiento de la Ciudad de Puebla, por muchos años el Atoyac fue un río limpio, por el corrían aguas cristalinas, la vida abundaba en él, hoy por muchas situaciones nuestro río se ha ido contaminando pero estamos a tiempo de cambiar este panorama, démosle la cara al río y recuperemos su memoria, cómo era el río, como es y cómo queremos que esté.
El Río Atoyac es uno de los afluentes más importantes de la cuenca del Balsas, este río ha sido testigo por muchos años del crecimiento de la Ciudad de Puebla, por muchos años el Atoyac fue un río limpio, por el corrían aguas cristalinas, la vida abundaba en él, hoy por muchas situaciones nuestro río se ha ido contaminando pero estamos a tiempo de cambiar este panorama, démosle la cara al río y recuperemos su memoria, cómo era el río, como es y cómo queremos que esté.
El paseo del rio Atoyac es un centro de recreación
y encuentro para las familias, abrió sus puertas al público con la
conmemoración del 150 aniversario de la Batalla de Puebla.
Comprende una extensión de 5.2 Km que van desde el boulevard municipio Libre hasta la zona del hospital Puebla, 100 mil plantas, 500 diferentes especies, 6 parques temáticos
El paseo albergará 11 obras de arte moderno, el Modulo de Información del Rio Atoyac (MIRA) cuenta con un set interactivo con datos sobre la contaminación y el trabajo que se realiza para recuperar la cuenca además de proyectar los versos del poema “Agua que Corre” de la escritora Ángeles Mastretta
El centro de recreación se encuentra ubicado a la ladera del rio Atoyac y es un proyecto de rehabilitación y sanación por medio de plantas tratadoras de agua que ubicara a lo largo del recorrido
El espacio busca sensibilizar a la población sobre el cuidado del medio ambiente.
Hasta este momento la limpieza del sitio ha provocado el regreso de
fauna silvestre como: mariposas, halcones, colibríes, tortugas de rio, entre
otros.
http://www.turismosanandrescholula.com/index.php?option=com_content&view=article&id=15&Itemid=3
Grupo "Dale la Cara al Río Atoyac" recorre en balsa el Río Atoyac limpiando y creando consciencia.
PARQUE LINEAL DEL RÍO ATOYAC
La tecnología de EcoPure es un proceso que permite a todos los microorganismos en el ambiente aeróbico o anaeróbico metabolicen la estructura molecular de los plásticos, tanto los más comunes como los especializados o llamados de ingeniería, transformándolos en humus y gases inofensivos para el medio ambiente.
El proceso de EcoPure incluye compuestos orgánicos mezclados con
nutrientes que permite la biodegradación de los polímeros. Después de crear un
espacio dentro de la matriz del plástico, el compuesto de EcoPure permite que
las colonias de microorganismos metabolicen el plástico reduciendo su tiempo de
biodegradación a lapsos de tiempo infinitamente menores.
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14 de diciembre de 2010
Suárez
Villamil señaló que hay una nueva generación de aditivos orgánicos que degradan
el plástico a un estado donde los microorganismos los devoran sin dejar rastro
tóxico que dañe a las personas, pero que también si se limpia a tiempo puede
ser reciclado sin temor a que sea tóxico.
“El
costo por usar este aditivo orgánico es mínimo en comparación con el gran
beneficio que produce para la sociedad; los oxo-degradables ya cumplieron su
función, debido a que impiden que el plástico sea reciclable y puede producir
un daño grave a la salud”, recalcó.
Autor: Axel Sánchez
Fecha difusión: 13/12/2010
Alternativa verde para plásticos
Existen aditivos orgánicos para su degradación y que no dañan a las personas
Existen aditivos orgánicos para su degradación y que no dañan a las personas
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