Fábula infantil: El avaro y el oro
Un
avaro vendió todo lo que tenía de más y compró una pieza de oro, la
cual enterró en la tierra a la orilla de una vieja pared y todos los
días iba a mirar el sitio.
Uno de sus vecinos observó sus
frecuentes visitas al lugar y decidió averiguar que pasaba. Pronto
descubrió lo el tesoro escondido, y cavando, robó la pieza de oro.
El avaro, a su siguiente visita encontró el hueco vacío y tirándose de los pelos se lamentó amargamente.
Entonces otro vecino, enterándose del motivo de su queja, lo consoló diciéndole:
-Da gracias de que el asunto no es tan
grave. Ve y trae una piedra y colócala en el hueco. Imagínate entonces
que el oro aún está allí. Para ti será lo mismo que aquello sea o no sea
oro, ya que de por sí no harías nunca ningún uso de él.
Esopo (S. VII a. C)
Fabulista Griego
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