jueves, 14 de noviembre de 2013

Poesías

UNA PEQUEÑA SEMILLA 

Oculta en el corazón
de una pequeña semilla,
bajo la tierra, una planta
en profunda paz dormía.

«¡Despierta!», dijo el calor.
«¡Despierta!», la lluvia fría.
La planta oyó la llamada,
quiso ver lo que ocurría,
se puso el vestido verde
y estiró el cuerpo hacia arriba.
De toda la planta que nace
esta es la historia sencilla. 

M. F. Juncos 




PRIMERAS LETRAS 

El niño ya sabe, 
ya sabe leer; 
ya sabe las letras 
de tanto querer. 

- Mírame a los ojos. 
Repite otra vez, 
le dice el maestro 
antes de llover. 

- Ésta es la a, 
aquélla, la be. 
Ya leo los libros 
que me enseñó usted. 

El niño ya sabe 
todo su saber; 
su boca se llena 
de risas y miel. 
El maestro sueña 
con volar con él. 

(José González Torices)




EL FANTASMA CUCUFATE 

El fantasma Cucufate 
se dio ayer un sofocón: 
se manchó de chocolate 
la sábana de algodón. 
La metió en la lavadora, 
le echó mucho detergente 
y la lavó media hora 
con el agua muy caliente. 
Y ahora como alma en pena, 
enfadado y afligido, 
vaga de almena en almena: 
¡la sábana le ha encogido! 
Le llega por las rodillas, 
igual que una camiseta, 
y luce las pantorrillas 
y las medias de calceta. 
Tiene un enorme disgusto 
porque, de frente o de espaldas, 
¿a quién va a matar de susto 
un fantasma en minifalda? 

Monstruos, brujas y fantasmas, 
Editorial Brosquil 


PELUSILLA 

Pelu, pelusilla, 
lla Bruja, bruja, bruja, ja 
Monta en una escoba, ba 
Y hace mucha magia, gia. 
Vamos hacer la sopa 
De las brujas, jas 
¿Cómo se hace? Así: 
Un sorbito de limón 
Un poquito de jamón 
Una pizca de melón 
Y a comer con cucharón. 
Es buena amiga de Pepón 
Y va al cole con ilusión. 
En el cole pinta, ta 
Y hace plastilina, na. 



INTERNET ME GUSTA 

A mi después de estudiar 
lo que me gusta es jugar 
con internet y mi ratón 
me divierto un montón. 

Además de aprender 
mucho con internet 
hablo con mis amigos 
que son muy divertidos.

EL FLAUTISTA Y EL FLAMENCO


Al lado del flamboyán 
vive un flaco flamenco 
que come frutas de día 
y de noche duerme al fresco. 

Pero en las noches de frío 
se lamenta Don Flamenco: 
— ¡Ay!, si viniera mi amigo, 
el flautista Don Franchesco. 

Bajo el frondoso frambueso 
dormía plácido Franchesco. 

— Mi amigo el flaco me llama, 
¿qué puede estar sucediendo? 

— Corre, corre amigo franco 
que debes llegar a tiempo 
lleva la flauta contigo 
que la extraña Don Flamenco. 

¡Qué preciosa melodía 
hace brotar Don Franchesco! 

— Hagamos todos silencio, 
que ya duerme Don Flamenco. 

(Lizet del Castillo)



DOS LUNAS DE TARDE 

La tarde canta 
Una bercense a las naranjas. 

Mi hermanita canta: 
La tierra es una naranja. 

La luna llorando dice: 
Yo quiero ser una naranja. 

No puede ser, hija mía, 
Aunque te pongas rosada, 
Ni siquiera limoncito. 

¡Qué lástima! 


Antonio Machado (A Isabelita, mi hermana)


LA BRUJA MARUJA 

Con una receta 
que le dio su abuela 
la bruja Maruja 
preparó un brebaje 
lleno de burbujas. 
Puso en su caldero 
plumas de lechuza, 
polvos de murciélago, 
lágrimas de sapo 
y hojas de muérdago. 
¿Qué hace Maruja 
con tanto cuidado 
y con tanto esmero? 
Quiere que su escoba 
vuele más ligero 
porque le dijeron: 
—Las brujas modernas 
ya no usan escobas 
porque son muy lentas 
y no están de moda. 
Por eso Maruja 
quiere transformar 
a su escoba vieja 
en super veloz 
auto de carrera. 
Cuando ya está lista 
la extraña poción 
la bruja Maruja 
rocía su escoba 
con gran emoción

y repite alegre 
las palabras mágicas: 
—Escoba, escobita, serás la más rápida, 
zim zalaca zum, 
zim zalaca zom…. 
Pero, entonces… ¡BUMMM! 
Hay una explosión. 
Vuelan por el aire 
la escoba y la bruja. 
La pobre Maruja 
¡ay! se cae al suelo, 
se da un coscorrón, 
pierde su sombrero, 
le sale un chichón. 
Y llora amargada 
la bruja Maruja. 
Llora sin consuelo 
al ver a su escoba 
toda chamuscada. 
¿Se da por vencida? 
Pues no, para nada. 
Busca otra receta 
que tiene guardada. 
¿Qué va a hacer ahora 
para ser moderna? 
Pues si ya no puede 
viajar en escoba 
tendrá que volar 
con la aspiradora.


LA BRUJA, LA BRUJA 

La bruja, la bruja 
se quedó encerrada 
en una burbuja. 
La bruja, la boba 
con escoba y todo 
con todo y escoba. 
Está prisionera 
chillando y pateando 
de mala manera. 
Tiene un solo diente 
orejas de burro 
y un rulo en la frente. 
Que llore, que gruña 
que pique su cárcel 
con diente y con uña. 
Que salte, que ruede 
que busque la puerta 
que salga si puede. 
¡Se quedó la bruja 
presa para siempre 
en una burbuja! 

Mª Elena Walsh


LA BRUJA BONACHONA 

Una bruja bonachona 
guiando su vieja escoba, 
volaba bajo la Luna 
en busca de caracolas. 
Un duendecillo travieso, 
viendo la bruja pasar, 
le hizo señas con la mano 
y se fueron a la mar.

LAS OLAS 

Una, dos y tres  
yo salto las olas
con un solo pie.
El sol por las tardes
ya no es amarillo,
reluce brillante
como un gran anillo.
El mar con las olas
lo invita a jugar
y él poquito a poco
se esconde en el mar.
Lo buscan las olas
ya se van, ya vienen,
la brisa en el juego
también se entretiene.
Yo sigo en la orilla
y juego también
saltando las olas
con un solo pie. 

Anónimo

LAS GOTAS DE AGUA 

Unas gotitas muy curiosas
querían la Tierra conocer,  
pidieron ayuda al viento
para que las hiciera descender.

El viento les dice amistoso:
- Muy juntas os debéis poner,
para que forméis gotas de lluvia
y a la Tierra podáis caer.

Sobre la hierba verde del campo
en forma de lluvia han caído,
unas gotas refrescan las plantas
y otras gotas se unen al río.

El agua avanza contenta
siguiendo su largo camino,
regando a derecha e izquierda
las dos orillas del río.

Y al llegar al ancho mar,
después de un largo recorrido
cansadas ya de tanto viajar,
piensan en su nube con cariño.

- Amigo, amigo Sol,
calienta, calienta un poquito,
que estamos cansadas del viaje
y queremos subirnos contigo.

Suben las gotas contentas
porque el sol las está calentando


y, convertidas de nuevo en vapor,
una nube nueva están formando. 

Luis Manuel

POEMA DEL ÁRBOL 

Árbol, buen árbol, que tras la borrasca
te erguiste en desnudez y desaliento,
sobre una gran alfombra de hojarasca
que removía indiferente el viento… 
Hoy he visto en tus ramas la primera
hoja verde, mojada de rocío,
como un regalo de la primavera,
buen árbol del estío. 
Y en esa verde punta
que está brotando en ti de no sé dónde,
hay algo que en silencio me pregunta
o silenciosamente me responde. 
Sí, buen árbol; ya he visto como truecas
el fango en flor, y sé lo que me dices;
ya sé que con tus propias hojas secas
se han nutrido de nuevo tus raíces. 
Y así también un día,
este amor que murió calladamente,
renacerá de mi melancolía
en otro amor, igual y diferente. 
No; tu augurio risueño,
tu instinto vegetal no se equivoca:
Soñaré en otra almohada el mismo sueño,
y daré el mismo beso en otra boca. 
Y, en cordial semejanza,
buen árbol, quizá pronto te recuerde,
cuando brote en mi vida una esperanza
que se parezca un poco a tu hoja verde… 

Antonio Machado














No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.