EL ÁNGEL DE LOS CHARRÚAS DE JUAN MANUEL BLANES
LOS CHARRÚAS Y SUS VIVIENDAS
LOS ÚLTIMOS CHARRÚAS
Los últimos Charrúas; Ilustración de François de Curel en "Histoire Naturelle de l'Homme"; 1833.
Rompecabezas y bolas charrúas (S. XVI). Fotografías del libro de José H. Figueira;"Breviario de Etnología y Arqueología".
Al llegar los españoles a nuestras costas, la cultura charrúa era lítica, de piedra pulida. Las armas que se ven aquí, provenientes de excavaciones arqueológicas realizadas en nuestro territorio, nos permiten apreciar diferentes piedras talladas:
1, 2 y 3- Rompecabezas con mamelones pulidos
Estos ejemplares se conservan Museo de la Plata. Algunos rompecabezas podían blandirse en el extremo de palos de madera dura, como verdaderas mazas de piedra.
4 y 5- "Bolas erizadas" de los tipos estrellado y globular. Estas armas arrojadizas eran temibles en manos de los indígenas, especialmente si alcanzaban en la cabeza, aún con casco, por su misma energía cinética.
Armas charrúas: hierro de lanza y boleadoras. Fotografía del "Museum of the American Indian".
Al entrar en contacto con españoles y portugueses, los indios trocaban cueros por tijeras, puntas de lanza o simples objetos de hierro con los que armar sus lanzas y flechas. El ejemplo de la izquierda, de una longitud de 27 cm, pertenece a los Charrúas; además de la moharra en forma de hoja, posee un agregado para enastarla en un asta de madera.
Las boleadoras de tres ramales (derecha) consistían en piedras "machos" o "voladoras", envueltas en cuero de lagarto y unidas a tientos de cuero resistente. Este elemento, se usaba como arma contra jinetes haciéndolo girar rápidamente sobre la cabeza y arrojándolo; las bolas giraban por el aire y podían enredarse en las patas de los caballos, que traían su montura al suelo. No era raro que una de estas bolas alcanzase los 20 a 25 m/s lo que también hacía importante su efecto de concusión.
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